Cuando preparas tu maleta para un viaje largo por Europa, puede ser difícil saber exactamente qué llevar. Hace poco viajé durante mayo y junio por España, Italia, Suiza y Francia, y aunque esperaba un clima cálido, me sorprendió enfrentar frío y lluvia, lo que afectó mi experiencia con la ropa que había empacado. Aquí te comparto lo que llevé, lo que usaría en futuros viajes y algunos consejos basados en mi experiencia:
✨ Parte de abajo:
*1 pantalón: pero, basado en mi experiencia, llevaría 2 para futuros viajes.
*2 enaguas: una semi formal negra y otra informal súper liviana. Ambas fueron muy útiles para diferentes ocasiones.
*2 shorts: uno de mezclilla y otro de secado rápido, que además usé como pijama y en días muy calurosos.
*1 licra larga: la llevé pensando en hacer senderismo, pero descubrí que el short de secado rápido era suficiente. No volvería a llevar la licra.
✨Parte de arriba:
*2 blusas tipo camiseras: una negra y una blanca. Perfectas para ocasiones casuales o más arregladas.
*1 blusa de ejercicio: ideal para caminatas y como pijama, muy versátil.
*4 blusas más formales pero livianas: en retrospectiva, dejaría una en casa, ya que usé muy poco la cuarta.
*1 abrigo de plumas: lo llevé principalmente porque íbamos a Suiza. No me arrepiento, ya que fue clave durante los días fríos.
*1 jacket impermeable: fundamental, especialmente con la lluvia inesperada.
*1 suéter gris liviano de cachemira: una prenda ligera y cálida, además de ser de segunda mano, lo que lo hizo una opción sostenible y cómoda.
✨ Ropa interior
*3 pares de medias: una cantidad justa.
*3 blumer y 2 bras: más que suficientes.
*1 top deportivo: útil para días de actividad física.
✨ Extras
*2 vestidos: aquí es donde cometí un error. No usé ninguno, así que en el futuro, los dejaría en casa.
*1 gorra: perfecta para los días soleados.
*1 pareo: este fue un verdadero salvavidas. No solo lo usé para cubrirme en iglesias, sino también para protegerme del sol.
*1 traje de baño: esencial, aunque el clima frío no me permitió usarlo tanto como esperaba.
*Bufanda, gorro para el frío y guantes: aunque estábamos en primavera, estos accesorios fueron clave en los días más fríos.
✨Zapatos
*2 pares de tenis: unas para caminar, que fueron mis favoritas, y unas blancas más ligeras, aunque tienden a ensuciarse rápido.
*1 par de sandalias baratas: cómodas y prácticas para descansar al final del día.
✨Neceseres
Para los artículos de higiene personal, me limité a lo más básico:
*Cepillo de dientes y pasta de viaje.
*Desodorante pequeño.
*Medicamentos esenciales: como padezco de migrañas, llevé mis pastillas, además de Alka-Seltzer para emergencias, pastillas para la gripe y sueros en polvo para mantenerme hidratada.
✨Electrónicos y otros
*Cargador de celular y batería externa: ambos imprescindibles.
*Dos candados de código: para asegurar mis pertenencias.
*Audífonos con cable: ideales para el avión.
*Mochila pequeña plegable: ocupaba poco espacio y fue súper útil en salidas cortas.
*Cable para tender ropa: práctico cuando lavaba la ropa a mano.
✨Cosas que dejé atrás o compré allá
En viajes anteriores, descubrí que algunos artículos son innecesarios, como:
*Plancha o secador de pelo: nunca los necesité.
*Almohada y cobija extra: innecesarios, ya que siempre me alojé en lugares que tenían estas cosas.
*Shampoo, bloqueador solar y pasta de dientes: compré todo al llegar, ahorrando espacio en la maleta.
*Perfume: no lo llevé por ser alérgica a ciertos olores.
*Sombrilla: la compré por €5 en una tienda china.
✨ Cómo empacar todo
Empaqué toda mi ropa en una bolsa compresora, lo que me permitió ahorrar espacio y mantener todo organizado. Llevaba una mochila de 8 kilos, lo que facilitaba el transporte. Usaba lo más pesado para el vuelo, como el abrigo de plumas, el impermeable, las tenis de caminar, un pantalón y una de las camisas negras.
✨ Conclusión
En resumen, viajar ligero es posible, pero es importante considerar el clima del destino, incluso si viajas en primavera. ¡Menos es más! Además, recuerda que en Europa puedes comprar muchas cosas si lo necesitas, así que no te sobrecargues con cosas innecesarias. Aprender a empacar sabiamente es parte del proceso, y cada viaje te enseña algo nuevo. La clave es llevar poco pero que combine entre ello y si es posible que tenga diferentes funciones.
¡Buen viaje!